No se necesita crear ni que exista una organización médica especial para protestar contra los intentos de un puñado de ignorantes, desvergonzados, atrevidos para lo malo, y perversos parlamentarios, elegidos sólo para deshonrar a sus pobres e incautos electores, propulsores nada menos que de una malhadada y criminal propuesta abortista.Los Médicos, por esencia de su profesión, desde la más remota antigüedad son defensores de la vida. Ya el Juramento Hipocrático lo tenía establecido; y es reconocido no sólo por los Médicos desde los albores de sus estudios, sino por muchas personas suficientemente educadas. Igualmente, todas las Constituciones de países que sean siquiera algo civilizados, también defienden la vida. Por no hablarde las grandes religiones humanas. El Colegio Médico del Perú tiene, también, la defensa de la vida en su Código de Ética.Por consiguiente este grupúsculo de potenciales asesinos, sólo merece la censura ciudadana.
Este proyecto tiene la apariencia de haber sido originado por personas sin elevados principios éticos ni morales, ni cristianos de alguna clase. Es de esperar que el resto de parlamentarios adopte una posición sensata, seria, principista y respetuosa de la Constitución, por lo menos.
Habría que preguntarse a que principios éticos, morales, que no los pueden tener porque no los hay, o quizá ideológicos, responden estos promotores del vil asesinato, con premeditación y alevosía de criaturas débiles e indefensas. Deben, es de suponer, seguir a verdaderos criminales de lesa humanidad, por cierto verdaderos genocidas.
3 comentarios:
No se necesita crear ni que exista una organización médica especial para protestar contra los intentos de un puñado de ignorantes, desvergonzados, atrevidos para lo malo, y perversos parlamentarios, elegidos sólo para deshonrar a sus pobres e incautos electores, propulsores nada menos que de
una malhadada y criminal propuesta abortista.Los Médicos, por esencia de su profesión, desde la más remota antigüedad son defensores de la vida. Ya el Juramento Hipocrático lo tenía establecido; y es reconocido no sólo por los Médicos desde los albores de sus estudios, sino por muchas personas suficientemente educadas. Igualmente, todas las Constituciones de países que sean siquiera algo civilizados, también defienden la vida. Por no hablarde las grandes religiones humanas. El Colegio Médico del Perú tiene, también, la defensa de la vida en su Código de Ética.Por consiguiente este grupúsculo de potenciales asesinos, sólo merece la censura ciudadana.
Este proyecto tiene la apariencia de haber sido originado por personas sin elevados principios éticos ni morales, ni cristianos de alguna clase. Es de esperar que el resto de parlamentarios adopte una posición sensata, seria, principista y respetuosa de la Constitución, por lo menos.
Habría que preguntarse a que principios éticos, morales, que no los pueden tener porque no los hay, o quizá ideológicos, responden estos promotores del vil asesinato, con premeditación y alevosía de criaturas débiles e indefensas. Deben, es de suponer, seguir a verdaderos criminales de lesa humanidad, por cierto verdaderos genocidas.
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