La Paz Olímpica de la antiguedad, que buscaba la paz durante los juegos, entre los deportistas participantes y entre los asistentes, no se repitió en los tiempos modernos, tanto durante los juegos como en los tiempos posteriores. Quizá, porque en los tiempos modernos, la competencia deportiva se acompaña de fanatismo de grupo o nación, con exacerbación de enconos y resentimientos en una lucha por sobresalir y humillar a los rivales; no se trata de una fiesta de la amistad ni de la fraternidad.
Escribo el día siguiente de la Inauguración de estas Olimpiadas. Una muy de lamentar, escandalosa, vulgar, cínica e irrespetuosa demostración del peor mal gusto, de ofensa descarada y muy grave a todos los cristianos del mundo(y no sólo a los católicos), a la moralidad más elemental (pues se ha hecho una vergonzosa exhibición de lo que se suele nostrar en lasw festividades del mal llamado "orgullo gay", hasta con la participación incluso de niños). Y, si se atacó vilmente a los cristianos, ¿por qué no se atrevieron a hacerlo, por un ejemplo, con los musulmanes?; quienquiera que me lea sabe la respuesta. Esto, entre otreas ofensas a la propia historia francesa.
3 comentarios:
Hay que tener presente la enseñanza de la historia.
La Paz Olímpica de la antiguedad, que buscaba la paz durante los juegos, entre los deportistas participantes y entre los asistentes, no se repitió en los tiempos modernos, tanto durante los juegos como en los tiempos posteriores. Quizá, porque en los tiempos modernos, la competencia deportiva se acompaña de fanatismo de grupo o nación, con exacerbación de enconos y resentimientos en una lucha por sobresalir y humillar a los rivales; no se trata de una fiesta de la amistad ni de la fraternidad.
Escribo el día siguiente de la Inauguración de estas Olimpiadas. Una muy de lamentar, escandalosa, vulgar, cínica e irrespetuosa demostración del peor mal gusto, de ofensa descarada y muy grave a todos los cristianos del mundo(y no sólo a los católicos), a la moralidad más elemental (pues se ha hecho una vergonzosa exhibición de lo que se suele nostrar en lasw festividades del mal llamado "orgullo gay", hasta con la participación incluso de niños). Y, si se atacó vilmente a los cristianos, ¿por qué no se atrevieron a hacerlo, por un ejemplo, con los musulmanes?; quienquiera que me lea sabe la respuesta. Esto, entre otreas ofensas a la propia historia francesa.
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