Para quienes queremos a nuestra Iglesia, es muy lamentable lo ocurrido con esta institución, y sólo por los errores de unos pocos de sus miembros, en algunos de los más altos cargos de la organización. Apena que, por ellos, toda la institución tenga que desaparecer. Particularmente, parece que había religiosos y laicos consagrados, no pocos, altamente calificados tanto moral como religiosamente.
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Para quienes queremos a nuestra Iglesia, es muy lamentable lo ocurrido con esta institución, y sólo por los errores de unos pocos de sus miembros, en algunos de los más altos cargos de la organización. Apena que, por ellos, toda la institución tenga que desaparecer. Particularmente, parece que había religiosos y laicos consagrados, no pocos, altamente calificados tanto moral como religiosamente.
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