Es lamentablemente indigno que los organismos judiciales peruanos pertinentes no se hayan manifestado conforme las citcustancias lo exigían, desde hace alrededor de un año. Pareciera que no sabían qué decir, porque más vergonzoso y humillante sería el que su silencio se debiera al temor pánico a desagradar al improvisado ocupante precario del sillón presidencial. Los jueces íntegros y verdaderamente respetables no viven considerando sólo su permanencia en el puesto.
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Es lamentablemente indigno que los organismos judiciales peruanos pertinentes no se hayan manifestado conforme las citcustancias lo exigían, desde hace alrededor de un año. Pareciera que no sabían qué decir, porque más vergonzoso y humillante sería el que su silencio se debiera al temor pánico a desagradar al improvisado ocupante precario del sillón presidencial. Los jueces íntegros y verdaderamente respetables no viven considerando sólo su permanencia en el puesto.
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