Vizcarra busca aferrarse desesperadamente al poder, a un poder que no ha ganado limpiamente (nadie votó por él, sino por PPK quuien nos lo dejó como una pésima herencia). Su desesperación es tal que persigue incesantemente "gobernar todo el tiempo" (ningún proyecto ni acción de estadista, sólo recorrer cuanto pueblo sea posible cada día - mayor gasto público -, con un puñado de barristas contratados para que griten consignas en su favor, y -presentando esto en los medios de prensa - afirmar que cuenta con el mayoritario apoyo popular). A esto se suma su claudicación ante un puñado de delincuentes politiqueros oportunistas, que persiguen bloquear el desarrollo del país e incrementar la pobreza para medrar con ideas ya fracasadas pero que pueden seducir a los más desinformados, como ha sucedido en algunos de los países más atrasados de la región. Con todas estas maniobras persigue el sueño propio de convertirse en el Maduro o Morales del Perú. ¡Que los peruanos no seamos tan cándidos!
Que no se queden las cosas en estos enunciados: que se llegue al fondo de las investigaciones u sus conclusiones. No más encubrimientos para los profesionales de la corrupción.
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Vizcarra busca aferrarse desesperadamente al poder, a un poder que no ha ganado limpiamente (nadie votó por él, sino por PPK quuien nos lo dejó como una pésima herencia). Su desesperación es tal que persigue incesantemente "gobernar todo el tiempo" (ningún proyecto ni acción de estadista, sólo recorrer cuanto pueblo sea posible cada día - mayor gasto público -, con un puñado de barristas contratados para que griten consignas en su favor, y -presentando esto en los medios de prensa - afirmar que cuenta con el mayoritario apoyo popular). A esto se suma su claudicación ante un puñado de delincuentes politiqueros oportunistas, que persiguen bloquear el desarrollo del país e incrementar la pobreza para medrar con ideas ya fracasadas pero que pueden seducir a los más desinformados, como ha sucedido en algunos de los países más atrasados de la región. Con todas estas maniobras persigue el sueño propio de convertirse en el Maduro o Morales del Perú. ¡Que los peruanos no seamos tan cándidos!
Que no se queden las cosas en estos enunciados: que se llegue al fondo de las investigaciones u sus conclusiones. No más encubrimientos para los profesionales de la corrupción.
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