improvisado Vizcarra ha hecho un viraje hacia una izquierda, no de convicciones serias aunque equivocadas,sino "chicha", pintoresca, subdesarrollada, pícara y corrupta, oportunista y capaz de seducir a una parte de la población menos educada y propensa a dejarse llevar por la grita callejera que la empuje a la violencia criminal; que no quiere el desarrollo, el progreso, la civilización y el orden. Tenemos un aprediz del chavismo, secuaz de Maduro y Morales; capaz de entregar el Perú a estos amigotes; traidor de lo que pudieron ser los más nobles propósitos del desventurado PPK.
La sorpresa para todos nosotros, que no conocíamos a Vizcarra; que no votamos por él, sino por un PPK que parecía un economista serio, un hombre mayor, experimentado y con voluntad de dedicar sus últimas energías a hacer algo por el país al que su padre sirvió con nobleza. Da pena pensarlo, pero no ha hecho un viraje, se ha sacado la careta cuando la oportunidad le pareció propicia para sacar a luz sus ambiciones personales; no le importa el país sino la oportunidad de encaramarse en el poder, que quiere absoluto, como sus maestros Chávez, Maduro y Morales. No sabe que está equivocado completamente, si es que fuera honesto (y que no lo es) en lo que quiere para el Perú; la ruina, el desempleo, la miseria, el éxodo masivo; la fortuna para la camarilla que ya lo rodea y lo maneja.
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improvisado Vizcarra ha hecho un viraje hacia una izquierda, no de convicciones serias aunque equivocadas,sino "chicha", pintoresca, subdesarrollada, pícara y corrupta, oportunista y capaz de seducir a una parte de la población menos educada y propensa a dejarse llevar por la grita callejera que la empuje a la violencia criminal; que no quiere el desarrollo, el progreso, la civilización y el orden. Tenemos un aprediz del chavismo, secuaz de Maduro y Morales; capaz de entregar el Perú a estos amigotes; traidor de lo que pudieron ser los más nobles propósitos del desventurado PPK.
La sorpresa para todos nosotros, que no conocíamos a Vizcarra; que no votamos por él, sino por un PPK que parecía un economista serio, un hombre mayor, experimentado y con voluntad de dedicar sus últimas energías a hacer algo por el país al que su padre sirvió con nobleza. Da pena pensarlo, pero no ha hecho un viraje, se ha sacado la careta cuando la oportunidad le pareció propicia para sacar a luz sus ambiciones personales; no le importa el país sino la oportunidad de encaramarse en el poder, que quiere absoluto, como sus maestros Chávez, Maduro y Morales. No sabe que está equivocado completamente, si es que fuera honesto (y que no lo es) en lo que quiere para el Perú; la ruina, el desempleo, la miseria, el éxodo masivo; la fortuna para la camarilla que ya lo rodea y lo maneja.
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