Los resultados de las acciones de un gobierno que sólo debió haber sido serio, eficiente y transitorio, pero que por la ambición desmesurada e inconsciente de su cabeza, se empeñó en abrirse la posibilidad de establecerse en un cargo para el que no tenía la más insignificante cualidad, ahora ya no se pueden ni negar ni ocultar al país. Las noticias han tenido que llegar desde fuera, ya que un costosísimo sistema de propaganda ha tratado de ocultar los hechos a la población. ¿Quién reparará tanto daño, y a qué costo?
Los daños producidos al Perú, por un gobierno por lomenos inepto, durante los últimos dos años, son casi irreparables y no los merecía este pobre país. Ya no se podían ocultar más, Todavía no lo percibe la población.
Quienes acceden a la conducción de un país debieran siempre ser muy humildes y muy conscientes de su responsabilidad ante la historia y ante Dios mismo. Todo lo contrario de lo que sucede entre nosotros.
Nos lo tienen que informar las agencias de noticias extranjeras, porque los medios de comunicación peruanos evitan en toda forma dar estas noticias. Aquí, desde el presidente, se anuncia, y con gran entusiasmo, que se acerca la gran solución de la pandemia: ya comienza la vacunación para el Covid-19 en el Perü (un ensayo clínico en 6,000 voluntarios; o, para nuestra catástrofe económica, anuncia muy "salomónico", a su manera, el presidente del gabinete ministerial, que no es "ni prominero ni antiminero" (quiere que el Perú siga siendo,como decía Raimondi, el mendigo sentado en un banco de oro" en vez de ser un gran y entusiasta promotor de la gran minería moderna).c¿Cuándo nos gobernaran, no unos improvisados aventureros sino unos peruanos inteligentes, educados y patriotas?
Estamos frente a una verdadera catástrode nacional, sanitaria, económica y social. Peor no podía haber sido. Si la naturaleza fue causa desencadenante, los seres humanos bajo la forma de gobernantes son los responsables por su falta de prevención, reacción inadecuada, lenta, con desidia y lenidad, sin consideración solidaria ni humana para con las víctimas, e incapaces de las acciones reparadoras prontas, poderosas y eficaces. Como declaran los Obispòs del Perú, deben arrepentirse, pedir perdón a Dios y reparar apropiadamente y con presteza y limpieza, y todo lo reparable y posible, tanto daño hecho.
5 comentarios:
Los resultados de las acciones de un gobierno que sólo debió haber sido serio, eficiente y transitorio, pero que por la ambición desmesurada e inconsciente de su cabeza, se empeñó en abrirse la posibilidad de establecerse en un cargo para el que no tenía la más insignificante cualidad, ahora ya no se pueden ni negar ni ocultar al país. Las noticias han tenido que llegar desde fuera, ya que un costosísimo sistema de propaganda ha tratado de ocultar los hechos a la población. ¿Quién reparará tanto daño, y a qué costo?
Los daños producidos al Perú, por un gobierno por lomenos inepto, durante los últimos dos años, son casi irreparables y no los merecía este pobre país. Ya no se podían ocultar más, Todavía no lo percibe la población.
Quienes acceden a la conducción de un país debieran siempre ser muy humildes y muy conscientes de su responsabilidad ante la historia y ante Dios mismo. Todo lo contrario de lo que sucede entre nosotros.
Nos lo tienen que informar las agencias de noticias extranjeras, porque los medios de comunicación peruanos evitan en toda forma dar estas noticias. Aquí, desde el presidente, se anuncia, y con gran entusiasmo, que se acerca la gran solución de la pandemia: ya comienza la vacunación para el Covid-19 en el Perü (un ensayo clínico en 6,000 voluntarios; o, para nuestra catástrofe económica, anuncia muy "salomónico", a su manera, el presidente del gabinete ministerial, que no es "ni prominero ni antiminero" (quiere que el Perú siga siendo,como decía Raimondi, el mendigo sentado en un banco de oro" en vez de ser un gran y entusiasta promotor de la gran minería moderna).c¿Cuándo nos gobernaran, no unos improvisados aventureros sino unos peruanos inteligentes, educados y patriotas?
Estamos frente a una verdadera catástrode nacional, sanitaria, económica y social. Peor no podía haber sido. Si la naturaleza fue causa desencadenante, los seres humanos bajo la forma de gobernantes son los responsables por su falta de prevención, reacción inadecuada, lenta, con desidia y lenidad, sin consideración solidaria ni humana para con las víctimas, e incapaces de las acciones reparadoras prontas, poderosas y eficaces. Como declaran los Obispòs del Perú, deben arrepentirse, pedir perdón a Dios y reparar apropiadamente y con presteza y limpieza, y todo lo reparable y posible, tanto daño hecho.
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