Hay muchos culpables, una cadena, comenzando por los mismos asistentes, los que jamás debieron asistir a ninguna reunión es estas circunstancias. Pero una responsabilidad muy seria es la de las autoridades que ordenaron, coordinaron, prepararon y ejecutaron estas intervenciones, Cada detalle es muy delicado; y aqui se cometieron errores muy serios, y la responsabilidad tiene muy graves repercusiones políticas inexcusables.
Estas pobres gentes, representativas de lo que es una parte importante de la población peruana (sin formación ni protección familiar, lanzados a la vida prematuraente y sin niguna capacidad para comportarse con responsabilidad, y manteniéndose en ese torbellino indefimidamente), sin verdaderas familias ni educadores, no debieran haber muerto en esta forma, ni lo pretendieron. Hasta actuaron con obediencia y acatamiento a la policía. Los pobres agentes de lA policía que ingresaron al local, imsuficientemente fotmados feron incapaces de manejar una situación que les rebasó, cuando todo el operativo mostró su muy pobre organización, Y aquí sí comienzan las responsabilidades,
Los asistentes fueron irresponsables por asistir pero no eran los culpables, no debieron morir, solamente merecían una multa. Los culpables son los dueños del local y quienes lo alquilan por no tener licencia, además que el local solo tiene una puerta de salida; la municipalidad por no hacer su trabajo de fiscalización; y los policías que hicieron el operativo, incluido el ministro del interior y el director de la policía por tener responsabilidad política y por haber mentido; hasta Martos dijo que no había nada irregular, si haber investigado. Viendo la cantidad de asistentes y que habían consumido alcohol o drogas, con una sola salida, o hubiesen esperado el final de la reunión para cerrar el local, o desde afuera los hubieran hecho salir con megáfonos, cortando la música, y prendiendo luces.
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Hay muchos culpables, una cadena, comenzando por los mismos asistentes, los que jamás debieron asistir a ninguna reunión es estas circunstancias. Pero una responsabilidad muy seria es la de las autoridades que ordenaron, coordinaron, prepararon y ejecutaron estas intervenciones, Cada detalle es muy delicado; y aqui se cometieron errores muy serios, y la responsabilidad tiene muy graves repercusiones políticas inexcusables.
Estas pobres gentes, representativas de lo que es una parte importante de la población peruana (sin formación ni protección familiar, lanzados a la vida prematuraente y sin niguna capacidad para comportarse con responsabilidad, y manteniéndose en ese torbellino indefimidamente), sin verdaderas familias ni educadores, no debieran haber muerto en esta forma, ni lo pretendieron. Hasta actuaron con obediencia y acatamiento a la policía. Los pobres agentes de lA policía que ingresaron al local, imsuficientemente fotmados feron incapaces de manejar una situación que les rebasó, cuando todo el operativo mostró su muy pobre organización, Y aquí sí comienzan las responsabilidades,
Los asistentes fueron irresponsables por asistir pero no eran los culpables, no debieron morir, solamente merecían una multa. Los culpables son los dueños del local y quienes lo alquilan por no tener licencia, además que el local solo tiene una puerta de salida; la municipalidad por no hacer su trabajo de fiscalización; y los policías que hicieron el operativo, incluido el ministro del interior y el director de la policía por tener responsabilidad política
y por haber mentido; hasta Martos dijo que no había nada irregular, si haber investigado. Viendo la cantidad de asistentes y que habían consumido alcohol o drogas, con una sola salida, o hubiesen esperado el final de la reunión para cerrar el local, o desde afuera los hubieran hecho salir con megáfonos, cortando la música, y prendiendo luces.
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