Personajes habituados a la corrupción en las transacciones de compra de bienes o servicios para el Estado, no pueden dejar este inmoral hábito, cuando se encuentran en la función pública, como servidores de carrera o como políticos elegidos. Muchas de estas circunstancias se han dado durante la pandemia que nos azota; como la adquisición de grandes cantidades de costosos insumos. La tentación ha sido muy grande, para no dejar de darle un "buen mordizco a la torta", como podrían decirlo coloquialmente entre ellos..
Seriamente hablando, el Presidente de la República debe ser la encarnación nacional del honor, la rectitud, la decencia, la moral y todas las virtudes humanas. Una persona tan gravemente cuestionada, y con tan sólidos argumentos como hoy es el caso del Sr. Vizcarra, no debiera mantenerse ni un minuto más en un cargo que representa la dignidad nacional.
Toda persona con algún cargo de responsabilidad debe tener, aparte de las mejores capacidades profesionales, el respaldo de una seriedad, prestigio intachable, conducta ejemplar en todos los aspectos de la vida, que lo hagan respetable y digno. Cuando se ha perdido estas calificaciones, debe ser reemplazado cuanto antes, y de inmediato si fuera posible. Entre nosotros, tenemos muchas personas honorables y dignas en la vida cotidiana; pero no así en la vida política: todos nuestros recientes presidentes, como ejemplo, merecen prisión y deshonor. Esto debe terminar ya; por ello Vizcarra debe ser investigado y juzgado sin demora (ya hay muchas pruebas suficientes) y la mayor seriedad, para dejar el cargo.
No debiera haber ni permanecer en funciones ningún funcionario o político corrupto, jamás. La proximidad de las elecciones nacionales permite ver el más desagradable desfile de candidatos impresentables e indignos, hasta verdaderos delincuentes, con antecedentes de lo peor, aparecer de lo más orondos como los próximos padres y madres de la pobre patria. ¿No hay forma de impedir que los Humala, como un único ejemplo, y su pléyade de antiguos colaboradores,sean candidatos a algo que no sea la inhabilidad ciudadana como la menor opción?
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Personajes habituados a la corrupción en las transacciones de compra de bienes o servicios para el Estado, no pueden dejar este inmoral hábito, cuando se encuentran en la función pública, como servidores de carrera o como políticos elegidos. Muchas de estas circunstancias se han dado durante la pandemia que nos azota; como la adquisición de grandes cantidades de costosos insumos. La tentación ha sido muy grande, para no dejar de darle un "buen mordizco a la torta", como podrían decirlo coloquialmente entre ellos..
Seriamente hablando, el Presidente de la República debe ser la encarnación nacional del honor, la rectitud, la decencia, la moral y todas las virtudes humanas. Una persona tan gravemente cuestionada, y con tan sólidos argumentos como hoy es el caso del Sr. Vizcarra, no debiera mantenerse ni un minuto más en un cargo que representa la dignidad nacional.
Toda persona con algún cargo de responsabilidad debe tener, aparte de las mejores capacidades profesionales, el respaldo de una seriedad, prestigio intachable, conducta ejemplar en todos los aspectos de la vida, que lo hagan respetable y digno. Cuando se ha perdido estas calificaciones, debe ser reemplazado cuanto antes, y de inmediato si fuera posible. Entre nosotros, tenemos muchas personas honorables y dignas en la vida cotidiana; pero no así en la vida política: todos nuestros recientes presidentes, como ejemplo, merecen prisión y deshonor. Esto debe terminar ya; por ello Vizcarra debe ser investigado y juzgado sin demora (ya hay muchas pruebas suficientes) y la mayor seriedad, para dejar el cargo.
No debiera haber ni permanecer en funciones ningún funcionario o político corrupto, jamás. La proximidad de las elecciones nacionales permite ver el más desagradable desfile de candidatos impresentables e indignos, hasta verdaderos delincuentes, con antecedentes de lo peor, aparecer de lo más orondos como los próximos padres y madres de la pobre patria. ¿No hay forma de impedir que los Humala, como un único ejemplo, y su pléyade de antiguos colaboradores,sean candidatos a algo que no sea la inhabilidad ciudadana como la menor opción?
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