Cobstituye un verdadero y humillante escándalo, el que el Perú ocupe, y por muy lejos, el primer puesto en mortalidad, por población, debida al Covid-19, entre los países del mundo. Y es mucho más desagradable que esta realidad se yhaya tratado de ocultar hasta este momento, porque las cifras reales son el doble de peores. Esto pone al desnudo la carencia de previsión, la respuesta inapropiada y desidiosa, la corrupción en los procedimientos, la falta de sensibilidad ante la constatación del sufrimiento terrible y la mortandad que se acumulaba ante sus ojos, la negación pública de lo que ocurría, y la fea pretención de, con el apoyo de una prensa obsecuente, ocultar la verdad ante la opinión pública nacional e internacional.
Y pensar que estos resultados son obtenidos con la información que el gobierno del Peru declara, y no con las cifras reales de mortalidad, que alcanzan a más del doble de lo confesado. Esto hubiera llevado, en otros países, a un cambio total del gabinete por renuncia masiva de ministros. Los perjuicios al país no son sólo sanitarios, sino además económicos y sociales, todos enormes y sin precedentes.Desde el mismo Presidente, accidental en nuestro caso, todos ellos quedan desprestigiados de por vida.
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Cobstituye un verdadero y humillante escándalo, el que el Perú ocupe, y por muy lejos, el primer puesto en mortalidad, por población, debida al Covid-19, entre los países del mundo. Y es mucho más desagradable que esta realidad se yhaya tratado de ocultar hasta este momento, porque las cifras reales son el doble de peores. Esto pone al desnudo la carencia de previsión, la respuesta inapropiada y desidiosa, la corrupción en los procedimientos, la falta de sensibilidad ante la constatación del sufrimiento terrible y la mortandad que se acumulaba ante sus ojos, la negación pública de lo que ocurría, y la fea pretención de, con el apoyo de una prensa obsecuente, ocultar la verdad ante la opinión pública nacional e internacional.
Y pensar que estos resultados son obtenidos con la información que el gobierno del Peru declara, y no con las cifras reales de mortalidad, que alcanzan a más del doble de lo confesado. Esto hubiera llevado, en otros países, a un cambio total del gabinete por renuncia masiva de ministros. Los perjuicios al país no son sólo sanitarios, sino además económicos y sociales, todos enormes y sin precedentes.Desde el mismo Presidente, accidental en nuestro caso, todos ellos quedan desprestigiados de por vida.
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