Lectura del evangelio del Domingo XXIII, tiempo ordinario C, domingo 7 de septiembre.
"Quien no lleve su cruz, no puede ser discípulo mío"
Algo que debemos aclarar: Amar a Dios no quita ni elimina el amar a otros, como los padres. Al contrario, enriquece los otros amores.
Lo primero en la vida de un cristiano, es el amor a Dios, luego a los padres y al prójimo, y esto viene de los dos mandamientos dados por Jesús.
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"Quien no lleve su cruz, no puede ser discípulo mío"
Algo que debemos aclarar: Amar a Dios no quita ni elimina el amar a otros, como los padres. Al contrario, enriquece los otros amores.
Lo primero en la vida de un cristiano, es el amor a Dios, luego a los padres y al prójimo, y esto viene de los dos mandamientos dados por Jesús.
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