Comentario del evangelio del Domingo XXIV, tiempo ordinario C, domingo 14 de septiembre.
4 comentarios:
Anónimo
dijo...
Varias lecciones. Entre ellas: la alegría de encontrar lo que se había perdido, particularmente la del padre que recupera al hijo perdido; y, también la de Dios Padre nuestro bondadoso y misericordioso, que se alegra cuando una de sus criaturas humanas es recuperada, cuando estaba perdida y retorna a su rebaño.
La oveja perdida obtiene la felicidad de retornar a su rebaño y a estar bajo el cuidado del Buen Pastor. Y el Buen Pastor está contento de haber recuperado su oveja.
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Varias lecciones. Entre ellas: la alegría de encontrar lo que se había perdido, particularmente la del padre que recupera al hijo perdido; y, también la de Dios Padre nuestro bondadoso y misericordioso, que se alegra cuando una de sus criaturas humanas es recuperada, cuando estaba perdida y retorna a su rebaño.
La alregría, tanto de la oveja perdida, como del Buen Pastor.
Jesucristo es el mejor, el máximo, Buen Pastor.
La oveja perdida obtiene la felicidad de retornar a su rebaño y a estar bajo el cuidado del Buen Pastor. Y el Buen Pastor está contento de haber recuperado su oveja.
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