Muy cierto. En cada instante de nuestras vidas, ante Dios y ante cualquier prójimo que nos observe, con nuestras conductas estamos dando el testimonio de nuestra fe, de nuestra identidad como cristianos, y - muy particularmente - de católicos.
Tenemos que hacerlo siempre. No podemoas dejar de dar, en todo momento el testimonio de lo que somos, Católicos, pero - también - no debiéramos acudir a cualquier convocatoria de aparente buen fin, hecha por personas que no representan, o no son organizadas, o no cuentan con autorización eclesial.
Debemos dar testimonio de nuestra Fe permanentemente, aún en medios que pudieran ser no sólo indiferentes, sino hasta hostiles (en esta última situación, actuando pacífica, serena y normalmente, sin pretender ser ni insolente ni agresivo).
4 comentarios:
Muy cierto. En cada instante de nuestras vidas, ante Dios y ante cualquier prójimo que nos observe, con nuestras conductas estamos dando el testimonio de nuestra fe, de nuestra identidad como cristianos, y - muy particularmente - de católicos.
Tenemos que hacerlo siempre. No podemoas dejar de dar, en todo momento el testimonio de lo que somos, Católicos, pero - también - no debiéramos acudir a cualquier convocatoria de aparente buen fin, hecha por personas que no representan, o no son organizadas, o no cuentan con autorización eclesial.
Si se acudiera solo a las organizadas por obispos o parroquias, son muy pocas.
Debemos dar testimonio de nuestra Fe permanentemente, aún en medios que pudieran ser no sólo indiferentes, sino hasta hostiles (en esta última situación, actuando pacífica, serena y normalmente, sin pretender ser ni insolente ni agresivo).
Publicar un comentario