El peor escenario que pudiera resultar de las próximas elecciones en Estados Unidos, para el neo-marxismo sudamericano sería el triunfo de Trump. Si Biden resultara ganador, en cambio, para todos ellos (y la opresión que impones a sus pueblos, obligados a un desesperado e inhumano éxodo, jamás visto en este continente) habría medidas menos duras (peor para todas las víctimas de este vergonzoso y cruel crimen). Tanto Rusia, como China e Irán, lo que desean se un nuevo gobierno norteamericano que no se les oponga política, económica ni militarmente; no les interesa Maduro, más que en la medida que moleste a los Estados Unidos.
Maduro, a mi parecer, no tiene aliados ni simpatizantes entre países poderosos del mundo; lo que tiene, más bien, es socios, que le ayudan en lo que pudiera ser conveniente para ellos, a cambio de lo que a ellos les pudiera ser en algo beneficioso, aparte de lo útil que les pudiera Maduro para desestabilizar la región en perjuicio de Estados Unidos; al fin y al cabo negocios ventajosos para estos países y para Maduro, más que para Venezuela, que tiene que correr con todos los perjuicios.
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El peor escenario que pudiera resultar de las próximas elecciones en Estados Unidos, para el neo-marxismo sudamericano sería el triunfo de Trump. Si Biden resultara ganador, en cambio, para todos ellos (y la opresión que impones a sus pueblos, obligados a un desesperado e inhumano éxodo, jamás visto en este continente) habría medidas menos duras (peor para todas las víctimas de este vergonzoso y cruel crimen). Tanto Rusia, como China e Irán, lo que desean se un nuevo gobierno norteamericano que no se les oponga política, económica ni militarmente; no les interesa Maduro, más que en la medida que moleste a los Estados Unidos.
Maduro, a mi parecer, no tiene aliados ni simpatizantes entre países poderosos del mundo; lo que tiene, más bien, es socios, que le ayudan en lo que pudiera ser conveniente para ellos, a cambio de lo que a ellos les pudiera ser en algo beneficioso, aparte de lo útil que les pudiera Maduro para desestabilizar la región en perjuicio de Estados Unidos; al fin y al cabo negocios ventajosos para estos países y para Maduro, más que para Venezuela, que tiene que correr con todos los perjuicios.
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