La revelación de tanta corrupción, desbocada, y no empleando disposiciones previas solamente, sino creando unas nuevas y exprofesamente para facilitarla, debiera bastar para la renuncia y/o vacancia presidenciales, o de cualquier funcionario, en cualquier nación civilizada en la que las nociones elementales de decencia, honorabilidad y honradez fueran consideradas características esenciales del concepto más elemental de ciudadanía básica y, por consiguiente del ejercicio de cualquier cargo público, por modesto que fuere; y practicadas en grado sumo por los responsables de los cargos más elevados. La nación no puede permanecer como simple testigo de estas conductas.
Esta es sólo la punta del iceberg de los escándalos en la historia vital del Presidente "por accidente y negociados turbios" Vizcarra. Ni él, ni todos los otros responsables de la corrupción política tan grave de los últimos veinte años, debieran quedar impunes.La historia, en las puertas de un muy triste y penoso bicentenari dele la "independencia", y la salud moral de la república lo exigen. ¡Nunca más!
Este último escándalo debe servir para iniciar las investigaciones que lleven al actual y a todos nuestros ex-presidenes vivos a una çarcel bien merecida.
3 comentarios:
La revelación de tanta corrupción, desbocada, y no empleando disposiciones previas solamente, sino creando unas nuevas y exprofesamente para facilitarla, debiera bastar para la renuncia y/o vacancia presidenciales, o de cualquier funcionario, en cualquier nación civilizada en la que las nociones elementales de decencia, honorabilidad y honradez fueran consideradas características esenciales del concepto más elemental de ciudadanía básica y, por consiguiente del ejercicio de cualquier cargo público, por modesto que fuere; y practicadas en grado sumo por los responsables de los cargos más elevados. La nación no puede permanecer como simple testigo de estas conductas.
Esta es sólo la punta del iceberg de los escándalos en la historia vital del Presidente "por accidente y negociados turbios" Vizcarra. Ni él, ni todos los otros responsables de la corrupción política tan grave de los últimos veinte años, debieran quedar impunes.La historia, en las puertas de un muy triste y penoso bicentenari dele la "independencia", y la salud moral de la república lo exigen. ¡Nunca más!
Este último escándalo debe servir para iniciar las investigaciones que lleven al actual y a todos nuestros ex-presidenes vivos a una çarcel bien merecida.
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