Hemos asistido anoche al inicio de este nuevo Jubileo, de la Esperanza, pidiendo al Cielo que así sea, porque la Iglesia toda, y el mundo entero la necesita, como también que nuestra Iglesia muestre la firme presenvia de una Fe y unos principios que son eternos, siguiendo la doctrina que nos dejó el Hijo de Dios, y que no pueden ser modificados por el capricho, ni la insistencia, de ningún humano o grupo de ellos, como pudiera temerse que se trate de intentar.
1 comentario:
Hemos asistido anoche al inicio de este nuevo Jubileo, de la Esperanza, pidiendo al Cielo que así sea, porque la Iglesia toda, y el mundo entero la necesita, como también que nuestra
Iglesia muestre la firme presenvia de una Fe y unos principios que son eternos, siguiendo la doctrina que nos dejó el Hijo de Dios, y que no pueden ser modificados por el capricho, ni la insistencia, de ningún humano o grupo de ellos, como pudiera temerse que se trate de intentar.
Publicar un comentario