Una de dos: o los que cometen estos descalabros son unos verdaders infiltrados marxistas en el gobierno en las narices de Vizcarra, o éste es un marxista más o menos solapado que alienta y permite que, con toda libertad, todo un real y verdaero ejercito de marxistas corruptos de todo pelaje, apoderados por completo de la maquinaria estatal ejecuten un plan completo para llevar a este país a ser una oveja más del rebaño castrista, una tarea iniciada con el gobierno de la famila Humala. Ya no son indicios aislados, son manifestaciones múltiples, al descubierto y en todas las esferas de actividad gubernamental posibles. Lo asombroso es que el Perú no votó, en absoluto, para nada de esto, hace tres años, sino para todo lo contrario, tanto en el Ejecutivo como en el Parlamento. Los Ministros de Defensa y del Interior no deben actuar como unos simples lacayos de Vizcara. Ellos , junto con los Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas y de las Policiales, se deben a sus Instituciones; y no debieran ignorar nada de lo que sucede en el gobierno del que froman parte, e igualmente deben siempre comportarse con lealtad a ellas y patriotismo.
Me parece que Vizcarra, sin necesitar quitarse ninguna careta, insidiosamente y sin nada de disimulos, ha mantenido una conducta de ineficiente, incapaz y corrupto y desaprensivo gobernante, como lo son todos los marxistas de estos subdesarrollados países nuestros. El asumió la presidencia, no como un elegido sino sólo como un substituto, con el único fin de conducir a la nación, en el plazo debido, a unas elecciones que debieran ser ejemplares. Pero, muy Lejos de eso, quienes son los responsables de tutelar, vigilar y cuidar los más altos intereses de la Patria, le permitieron que, irregularmente, cierre el Congreso e inicie unas acciones para cambiar, sin serenidad ni orden, el mejor rumbo del país hacia otro perverso, que ahora es más claro para mucha más gente. Ya ha llegado el momento de que esto no continue más.
La responsabilidad de este gravísimo hecho no queda en el minitro de Cultura, al canza al presidente del Consejo de Ministros y llega al Presidente de toda esta organización.
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Una de dos: o los que cometen estos descalabros son unos verdaders infiltrados marxistas en el gobierno en las narices de Vizcarra, o éste es un marxista más o menos solapado que alienta y permite que, con toda libertad, todo un real y verdaero ejercito de marxistas corruptos de todo pelaje, apoderados por completo de la maquinaria estatal ejecuten un plan completo para llevar a este país a ser una oveja más del rebaño castrista, una tarea iniciada con el gobierno de la famila Humala. Ya no son indicios aislados, son manifestaciones múltiples, al descubierto y en todas las esferas de actividad gubernamental posibles. Lo asombroso es que el Perú no votó, en absoluto, para nada de esto, hace tres años, sino para todo lo contrario, tanto en el Ejecutivo como en el Parlamento. Los Ministros de Defensa y del Interior no deben actuar como unos simples lacayos de Vizcara. Ellos , junto con los Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas y de las Policiales, se deben a sus Instituciones; y no debieran ignorar nada de lo que sucede en el gobierno del que froman parte, e igualmente deben siempre comportarse con lealtad a ellas y patriotismo.
Me parece que Vizcarra, sin necesitar quitarse ninguna careta, insidiosamente y sin nada de disimulos, ha mantenido una conducta de ineficiente, incapaz y corrupto y desaprensivo gobernante, como lo son todos los marxistas de estos subdesarrollados países nuestros. El asumió la presidencia, no como un elegido sino sólo como un substituto, con el único fin de conducir a la nación, en el plazo debido, a unas elecciones que debieran ser ejemplares. Pero, muy Lejos de eso, quienes son los responsables de tutelar, vigilar y cuidar los más altos intereses de la Patria, le permitieron que, irregularmente, cierre el Congreso e inicie unas acciones para cambiar, sin serenidad ni orden, el mejor rumbo del país hacia otro perverso, que ahora es más claro para mucha más gente. Ya ha llegado el momento de que esto no continue más.
La responsabilidad de este gravísimo hecho no queda en el minitro de Cultura, al canza al presidente del Consejo de Ministros y llega al Presidente de toda esta organización.
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