Detrás de la justa protesta, civilizada, respetable y que despierta respaldo en todo el mundo, se han infiltrado qgitadores inescrupulosos deseoso de usar en su provecho cualquier reclamación justa. Estos infiltrados se expresan a través de la violencia más brutal, son marxistas revolucionarios a la antigua, no guardan los modales de los comunistas modernos avanzados, necesitan destruir todo lo que pueda representar la civilización occidental (con sus dos mil años de existencia); y, como el fundamento de ella es el cristianismo, sienten que necesitan perseguirlo; esto es vital para ellos, además, porque les permite atacar algunos de sus objetivos de mayor odio e importancia: la defensa de la vida. las concepciones de familia y de moral sexual cristianas.
Hay, por más de medio siglo, un movimiento que cada día va mostrando más sus objetivos reales: todo aquello que represente la civilización occidental "y cristiana". En la consecusión de sus fines va incorporando todo lo que pueda serle útil.
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Detrás de la justa protesta, civilizada, respetable y que despierta respaldo en todo el mundo, se han infiltrado qgitadores inescrupulosos deseoso de usar en su provecho cualquier reclamación justa. Estos infiltrados se expresan a través de la violencia más brutal, son marxistas revolucionarios a la antigua, no guardan los modales de los comunistas modernos avanzados, necesitan destruir todo lo que pueda representar la civilización occidental (con sus dos mil años de existencia); y, como el fundamento de ella es el cristianismo, sienten que necesitan perseguirlo; esto es vital para ellos, además, porque les permite atacar algunos de sus objetivos de mayor odio e importancia: la defensa de la vida. las concepciones de familia y de moral sexual cristianas.
Hay, por más de medio siglo, un movimiento que cada día va mostrando más sus objetivos reales: todo aquello que represente la civilización occidental "y cristiana". En la consecusión de sus fines va incorporando todo lo que pueda serle útil.
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