Este es uno de los problemas más graves del mundo contemporáneo, con muchísimas causas y factores contribuyentes. La fundamental, pero nada reciente, es la falta de familias verdaderas sólidamente fundamentadas. La carencia de verdaderas y completas familias, está en la falta de unos matrimonios como Dios manda, incluso en países a los que se suele considerar "católicos", como nuestros latinoamericanos. Existe también, acompañando, falta de formación y de educación elemental. Y, también irresponsabilidad. Así, como natural consecuencia, se tiene la presencia de una mayoría de "madres solteras" con niños de diversos padres (todos los cuales han "desaparecido"). El problema social y humano es - en verdad - gigantesco. Y ello sin tocar otras sociedades y realidades.
Faltan matrimonios, y escasean mucho más, las familias. Y, por su puesto, faltan padres y, tampoco hay madres; y me estoy refiriendo, en esto, a las auténticas paternidad y maternidad.
Buenos padres, como buenas madres, de familia sólo suelen provenir de buenas y sólidas familias. Y de estas carecemos. Los buenos padres y madres se forman en familias de las que aprenden desde la más tierna infancia; sin estas características , es mucho más difícil. Quizá, una buena formación escolar o religiosa pueden ayudar, pero falta vivir el ejemplo.
Para tener familias no sólo buenas, sino hasta ejemplares, debiéramos lcomenzar por formar, desde la niñez, en el hogar y la escuela, a los futuros padres y madres.
4 comentarios:
Este es uno de los problemas más graves del mundo contemporáneo, con muchísimas causas y factores contribuyentes. La fundamental, pero nada reciente, es la falta de familias verdaderas sólidamente fundamentadas. La carencia de verdaderas y completas familias, está en la falta de unos matrimonios como Dios manda, incluso en países a los que se suele considerar "católicos", como nuestros latinoamericanos. Existe también, acompañando, falta de formación y de educación elemental. Y, también irresponsabilidad. Así, como natural consecuencia, se tiene la presencia de una mayoría de "madres solteras" con niños de diversos padres (todos los cuales han "desaparecido"). El problema social y humano es - en verdad - gigantesco. Y ello sin tocar otras sociedades y realidades.
Faltan matrimonios, y escasean mucho más, las familias. Y, por su puesto, faltan padres y, tampoco hay madres; y me estoy refiriendo, en esto, a las auténticas paternidad y maternidad.
Buenos padres, como buenas madres, de familia sólo suelen provenir de buenas y sólidas familias. Y de estas carecemos. Los buenos padres y madres se forman en familias de las que aprenden desde la más tierna infancia; sin estas características , es mucho más difícil. Quizá, una buena formación escolar o religiosa pueden ayudar, pero falta vivir el ejemplo.
Para tener familias no sólo buenas, sino hasta ejemplares, debiéramos lcomenzar por formar, desde la niñez, en el hogar y la escuela, a los futuros padres y madres.
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