Todo este marxismo, comunismo, socialismo, izquierdismo o progresismo, o como quiera que deseen llamarse, no esotra cosa que una pretensión de una igualdad generalizada absoluta, imposible y perversa. La única igualdad real es la de la dignidad humana, que lleva a que nos respetemos todos, que amemos a todos nuestros prójimos y a que no hagamos ninugún daño a nadie. Pero tenemos que reconocer que reconocer que no podemos exigir iguales obligaciones en todo a todos; existen los hombres y mujeres, los enfermos y los sanos, los débiles y los fuertes, los minusválidos y los que no lo son, los talentosos y los que no han recibido este don, los niños y los ancianos, las gestantes,etc., etc. Todo esto lo enseñó el cristianismo, como toda forma de reconocimiento de que existe una ley moral naturales que respetar. Amor al prójimo, solidaridad y justicia, no son iguales a un socialismo (por llamarlo de alguna mabera) irracional.
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Todo este marxismo, comunismo, socialismo, izquierdismo o progresismo, o como quiera que deseen llamarse, no esotra cosa que una pretensión de una igualdad generalizada absoluta, imposible y perversa. La única igualdad real es la de la dignidad humana, que lleva a que nos respetemos todos, que amemos a todos nuestros prójimos y a que no hagamos ninugún daño a nadie. Pero tenemos que reconocer que reconocer que no podemos exigir iguales obligaciones en todo a todos; existen los hombres y mujeres, los enfermos y los sanos, los débiles y los fuertes, los minusválidos y los que no lo son, los talentosos y los que no han recibido este don, los niños y los ancianos, las gestantes,etc., etc. Todo esto lo enseñó el cristianismo, como toda forma de reconocimiento de que existe una ley moral naturales que respetar. Amor al prójimo, solidaridad y justicia, no son iguales a un socialismo (por llamarlo de alguna mabera) irracional.
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