La severidad de la epidemia en el Perú es muy grande: las elevadas cifras de exceso de mortalidad reportadas por los análisis hechos por diversas fuentes, todas coincidentes, son rotundas e innegables. Se corresponden con la terrible realidad de los muertos en las calles, en sus casas (sin la mínima o ninguna atención por el Estado), en las puertas delos hospitales (a los que no podían ni ingresar), o en los corredores o ambientes improvisados de éstos, en la falta de camas hospitalarias de todo tipo, en la vergonzosa carencia de las medicinas más esenciales y hasta de oxígeno. Todas estas circunstancias que muestran la imprevisión, la falta de respuesta pronta, la incapacidad, la corrupción y el cinismo de las autoridades competentes" y "responsables".
Primer puesto que nonos honra, todo lo contrario: consecuencia de carencia de hospitales apropiados (todo falta), falta de reacción apropiada y pronta (solo hay dinero para los "amigotes",y para la corrupción). Cuando los políticos se enfermen no esperarán en sus casas a que llegue la "pronta visita médica", ni harán cola en la puerta de los hospitales, ni les faltará medicinas, ni sus familiares correrán deses perados a comprar oxígeno, ni estarán incomunicados con ellos, mi muerts irán a pasar semanas en u n frigorífico; porque la patria "les debe mucho".
A la menor molestia, nuestros sacrificados, solidarios y honrados políticos ya estarán corriendo a las clínicas de lujo, y no a los Hospitales Dos de Mayo o Loayza, y - por supuesto - las cuentas serán pagadas por la Patria.
4 comentarios:
La severidad de la epidemia en el Perú es muy grande: las elevadas cifras de exceso de mortalidad reportadas por los análisis hechos por diversas fuentes, todas coincidentes, son rotundas e innegables. Se corresponden con la terrible realidad de los muertos en las calles, en sus casas (sin la mínima o ninguna atención por el Estado), en las puertas delos hospitales (a los que no podían ni ingresar), o en los corredores o ambientes improvisados de éstos, en la falta de camas hospitalarias de todo tipo, en la vergonzosa carencia de las medicinas más esenciales y hasta de oxígeno. Todas estas circunstancias que muestran la imprevisión, la falta de respuesta pronta, la incapacidad, la corrupción y el cinismo de las autoridades competentes" y "responsables".
Primer puesto que nonos honra, todo lo contrario: consecuencia de carencia de hospitales apropiados (todo falta), falta de reacción apropiada y pronta (solo hay dinero para los "amigotes",y para la corrupción). Cuando los políticos se enfermen no esperarán en sus casas a que llegue la "pronta visita médica", ni harán cola en la puerta de los hospitales, ni les faltará medicinas, ni sus familiares correrán deses perados a comprar oxígeno, ni estarán incomunicados con ellos, mi muerts irán a pasar semanas en u n frigorífico; porque la patria "les debe mucho".
A la menor molestia, nuestros sacrificados, solidarios y honrados políticos ya estarán corriendo a las clínicas de lujo, y no a los Hospitales Dos de Mayo o Loayza, y - por supuesto - las cuentas serán pagadas por la Patria.
Nada honroso primer puesto.
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